Fotografía Diario Universidad de Chile.

El profesor Sergio Garrido interpela a la Educación en tiempos de pandemia: “Ese es el llamado a los docentes de la educación superior, convertirse en acompañantes y líderes del proceso formativo…”

“Enseñanza Remota de Emergencia a Educación online… los desafíos de la educación superior durante la pandemia de covid19”
Sin duda el año 2020 será recordado como un momento en la historia de la humanidad, donde nos vimos sometidos a cambios forzados en el estilo de como nos relacionamos como sociedad; estos cambios afectan no solo el ámbito familiar, sino también, el laboral y el educativo.
Si bien es cierto, durante las distintas épocas, el hombre se ha visto enfrentado a enfermedades que afectaron y diezmaron pueblos, naciones y continentes; a medida que las civilizaciones comenzaron procesos de expansión hacia otros territorios, en estos procesos, las enfermedades también acompañaron ese desarrollo y crecimiento.
La peste Bubónica o peste negra; la cual ataco a gran parte de la población de Europa en el siglo XIV, alcanzando su punto máximo entre los años 1347-1353, matando a mas de 200 millones de personas. La viruela en el siglo XVIII, no solo fue causante de la disminución de la población en Europa de un 30%, sino que además se traslado a América, generando una mortalidad en los pueblos originarios, indefensos ante estos nuevos agentes infecciosos.
La gripe española, casi al final de la Primera Guerra Mundial (1914-1919), donde se registraron los primeros casos en Estados Unidos, se expandía por todo el mundo, casi al mismo tiempo que las tropas ocupaban los territorios en conflicto, colapsando los sistemas de salud y las funerarias, matando a casi el 6% de la población mundial (entre 50 y 100 millones de personas).
La actual pandemia de Coronavirus (Covid-19), producida por el virus SARS-CoV-2, tiene registros desde el año 2019 y al igual que muchas de las afecciones anteriormente mencionadas, posee los mismos elementos que las pandemias a través de la historia. El colapso de los sistemas de salud, las enormes implicancias económicas, políticas y sociales, las cuales se suman a la incertidumbre y las dudas sobre como seguiremos funcionando como sociedad hacia el futuro; por supuesto, la educación también se hace parte de esas dudas e incertidumbres.
Durante los últimos años la irrupción de las tecnologías de las ciencias y la información, como herramientas utilizadas en la enseñanza, no estuvo exenta de resistencias de una parte del mundo académico, que no estaban familiarizados y entrenados con estas nuevas herramientas y que utilizaba estilos de enseñanza y aprendizaje, los cuales no estuvieron en su propia formación. El uso de estas metodologías de enseñanza-aprendizaje (Didáctica) significó para muchos docentes un acercamiento a herramientas nunca antes usadas sistemáticamente, conocidas, escuchadas, pero con poca experiencia en su utilización.
En es este contexto muy particular, producto de la imposibilidad de la presencialidad y la prohibición de reunión, en la cual se encuentra gran parte del sistema universitario es donde comienzan a aparecer términos nuevos como Enseñanza Remota de Emergencia (ERE), Educación a distancia, E-learning, B-learning, Educación Online. Cada una con características particulares, ámbitos de acción, lenguaje propio, metodologías y contextos únicos y específicos. 
Posiblemente el concepto de educación a distancia, fue un término familiar para un número importante de docentes de la generación de los 70´y 80´, los cuales utilizaron esta metodología de enseñanza y aprendizaje, en cursos que se impartían a través de textos y folletos que se enviaban por correo. Con el correr del tiempo se incorporo el uso de cintas de grabación de audio y video. Las primeras universidades que comenzaron a utilizar como parte de su modelo educativo y metodología de enseñanza la educación online, no datan de tanto tiempo; para ser exactos en el año 1995, la Universitat de Oberta Catalunya, se convierte en la primera universidad en el mundo totalmente Online. No es de extrañar que, en este contexto, muchas personas de la comunidad universitaria tuvieran discrepancias y dudas sobre la calidad de la enseñanza impartida en estas universidades online. E-learning y Educación online, no refieren a lo mismo.
La primera se entiende como cualquier forma de aprendizaje mediada por equipos electrónicos, desde radio, televisión, video, internet. La educación online, se refiere específicamente a una modalidad donde la virtualización forma parte de la metodología y soporte utilizado para generación del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Sin embargo, esta virtualización forzada a la que nos hemos visto enfrentados en estos últimos meses, también ha generado instancias de aprendizaje nuevas, tanto de estudiantes como docentes.
El uso de nuevas herramientas tecnológicas, la no presencialidad y la virtualización, también han generado una serie de inconvenientes y dificultades que tanto docentes y alumnos han tenido que enfrentar; el uso de espacios físicos que estaban destinados al descanso y que se vieron transformados en oficinas o salas de clases; los instrumentos de evaluación, el plagio, la brecha digital, el acceso a tecnología, las distintas experiencias en torno a este fenómeno, son también instancias de aprendizaje, las cuales deben ser abordadas e investigadas por los docentes en un futuro próximo.
Sin duda este 2020 que termina nos deja una serie de interrogantes que tendremos que resolver o al menos intentar resolver en el año 2021, visualizando un contexto no muy distinto al vivido en estos últimos 12 meses. Donde la presencialidad será tal vez asociada solo a experiencias docentes prácticas, desarrollo de competencias procedimentales, entrenamiento de habilidades; desempeños los cuales son muy difíciles de realizar en modalidad online. Al mismo tiempo, el desarrollo de procesos cognitivos inferiores desarrollados en modalidades online mas cercanas a webinar o tutoriales, deben ser complementados con instancias de presencialidad; retroalimentación y Feedback, sino solo nos quedaremos en procesos del recordar, conocer, dejando relegados procesos como el inferir, generar y crear.
Ese es el llamado a los docentes de la educación superior, convertirse en acompañantes y lideres del proceso formativo, dispuesto a despojarse del “ego académico” que lo hace suponer que su rol es de ser la luz o faro del conocimiento y transformarse en un guía y conductor del aprendizaje de los estudiantes, es decir, un  cambio en el paradigma; transformar el “explicar” por el “conversar”.