El poeta, rockero y cantautor no podrá competir en las elecciones para concejal por la comuna de Santiago. Le informan que no hizo un trámite presencial por lo cual lo sacaron de carrera. Claramente, no fue “servil” para el Servel y sospecha que la democracia está “débil” y “devil”, en inglés.
Me ha comunicado el Servel que no podré ser Concejal por Santiago de Chile. ¿La razón? Hice mal un trámite de inscripción por notaría virtual. No hice el trámite de manera presencial debido a que, a mis 67 años, con un ataque cerebro vascular a cuestas, siendo hipertenso además de padecer de pre-diabetes, consideré que era muy riesgoso para mi salud asistir de manera presencial a una notaría.
Cuando el Servel rechazó mi cándida candidatura debido que no había hecho el trámite notarial de manera presencial, aduje la situación de salud que me hace “paciente de riesgo” en una pandemia desbocada en nuestro país (desbocada fundamentalmente debido a los esfuerzos que hacen las autoridades para que así sea). De todas formas, asistí a la notaría del notario Clovis Toro a realizar de manera presencial el trámite, arriesgando mi salud. De todas formas, el Servel rechazó mi apelación.
Por lo tanto, comunico oficialmente que no seré candidato a Concejal por la ciudad de Santiago de Chile. Ofrezco las disculpas por no haber podido ser candidato a todas aquellas ciudadanas y a todos aquellos ciudadanos que me habían mandado sus buenos deseos por mi candidatura.
En noviembre de 1973, cuando yo tenía 20 años, en Valparaíso, con un grupo de jóvenes hicimos un puñado de panfletos exigiendo la restitución de la democracia en Chile. Fuimos descubiertos por el Servicio de Inteligencia Naval, y eso me significó una estadía en el Hospital Naval por un mes producto de las torturas, veintiún meses de cárcel y finalmente la expulsión de Chile con la prohibición de mi regreso por 8 años.
Regresé a Chile en 1985 para sumarme a la lucha por el regreso de la democracia a mi país. Regresé en plena dictadura, tres meses después de que fuera degollado mi amigo Manuel Guerrero Ceballos. Regresé con mucho miedo, pero pensaba que había que volver a Chile para sumarse a los millones de chilenas y chilenos que exigían democracia.
Esta era la primera vez que intentaba optar a ser elegido a un cargo de responsabilidad pública. Pero por el excesivo celo en defensa de la democracia que tiene el Servel me ha dejado afuera de la elección. O sea, ha dejado afuera de una elección democrática a alguien que arriesgó su vida para que en este país hubiera democracia.
¿Qué pienso con respecto a esto? Pienso que hay mucha mentira en esta devil democracia. Devil con uve, que en inglés significa demoniaco, porque es una democracia demoniaca, que se preocupa de formalidades tales como preguntarles a los candidatos a Concejales si están seguros de que ellos son ellos y que sí quieren ser candidatos a Concejales, y esto es rayano con la estupidez humana proverbial en estos sistemas democráticos que hacen cada vez más devil y débil la democracia. Una democracia que en su Constitución Política actual (*) tiene en sus páginas quince veces el concepto de Seguridad Nacional. ¿Y cuál era el concepto de Seguridad Nacional de Jaime Guzmán y de Augusto Pinochet? A todas luces está claro que su concepto de Seguridad Nacional es uno que dice relación con querer tener un país indefenso y desarmado al servicio del capital financiero; al servicio del neoliberalismo como sistema político económico; al servicio de las trasnacionales extractivistas de nuestra riqueza, y al servicio de los intereses hegemónicos de los Estados Unidos.
En resumidas cuentas, nuestra democracia es devil y débil porque está al servicio de las fuerzas de ocupación del capital financiero contra un país inerme que no tiene ni la más mínima posibilidad de ejercer el derecho a la autodeterminación. Como decía lúcidamente la chacarera de Patricio Manns grabada en 1967 “Ya no somos nosotros”
Ya no somos de este valle,
ya no somos de este monte
y todo lo que uno labra
se va, usted sabe pa’ dónde.
Chacarera, chacarera,
chacarera de mi pago,
no me libro de esta plaga
ni por más fuerza que le hago.
Somos tratadas las chilenas y somos tratados los chilenos como extranjeras y extranjeros en nuestra propia tierra. Nos despojan de nuestros sueldos a diario con impuestos, por el uso de las carreteras, de la salud, la educación, la previsión social, pagando una y otra vez por lo que es nuestro, por lo que nos pertenece, y de lo cual se ha adueñado una fuerza de ocupación llamado capitalismo neoliberal.
Fuerza de ocupación que ha contado con la astucia de saber dividirnos, ha corrompido a Carabineros, ha corrompido al Ejército de Chile, el mismo Ejército que actúa como fuerza de ocupación contra un pueblo que se supone que debe defender, transformándose en una fuerza que además, se da el lujo de entrar en la deliberación política dejando claro que en Chile aún Pinochet vive y que todavía no tenemos un Estado democrático lo suficientemente fuerte para someter a las Fuerzas Armadas y a Carabineros al poder civil.
Está enraizado el concepto de Seguridad Nacional en la declaración de la jefatura del Ejército que trata a las chilenas y los chilenos de antichilenos por el solo pecado de luchar por la dignidad y la autodeterminación. Porque en el corazón de la Seguridad Nacional está el concepto del Enemigo Interno ¿Y quién es el Enemigo Interno? El que ataca y desacredita a su pueblo en función de las fuerzas de ocupación del capital financiero. Es paradójico, se denuncia un enemigo interno que es solo proyección del que denuncia.¡Ellos son los enemigos internos!
A propósito, es bastante paradójica la historia de la derecha chilena. A fines de los años sesenta, recuerdo los afiches con fotomontajes de la campaña del terror que mostraba tanques rusos frente al Palacio de la Moneda. Bueno, en 1973 llegaron los tanques frente a la Moneda, pero no eran rusos.
Y para seguir con las paradojas, se habla de la Seguridad Nacional, y en nombre de la Seguridad Nacional, se ataca al pueblo chileno en función de la Seguridad del Capital Financiero, de las Transnacionales, del Capitalismo Neoliberal. O sea, resulta una doctrina de In-Seguridad Nacional producto de la Seguridad Nacional. El país, su pueblo, resulta más inseguro, más indefenso, más desarmado, producto de la doctrina que dice que ha de defenderlo. Otra paradoja más en la historia de la derecha chilena.
En nuestra devil democracia el Presidente de la República, entre muchos otros actos, antes de dejar el cargo, nombra abogado integrante de la Corte Suprema al abogado del ex yerno del dictador, Julio Ponce Lerou quien corrompió a una costra política indigna mal llamada “la clase política” repartiendo plata como malo de la cabeza. La preocupación fundamental de Sebastián Piñera es dejar “bien amarrados” todos los enclaves jurídicos, políticos y económicos que protejan las fuerzas de ocupación contra un pueblo ingenuo que ha caído bajo las leyes de una Democracia que no hace otra cosa que ocupar un territorio al servicio de la explotación económica de nuestras riquezas básicas y el despojo inmisericorde de la riqueza producida por el trabajo de las mujeres y los hombres de nuestro querido Chile.
No me cabe duda de que, si la anomalía de una inscripción hubiese sido la de un democratacristiano, de un U.D.I., de un Renovación Nacional, de un Radical, de un P.P.D. de un Socialista, se habría aceptado la explicación de manera SERVIL. Claro, porque necesita la devil democracia del débil candidato o candidata. No es mi caso ¡Sospechosa la huevá!
(*) Nota del Autor.- No tengo la seguridad de que la actual Constitución Política vaya a cambiar mucho por la ceguera de quienes se supone que quieren cambiarla (tanto de partidos políticos como independientes), y no se pusieron de acuerdo en la necesaria unidad y primó el individualismo, el ego de cada quien se consideró más pulento, y así llevamos suficientes candidatos y candidatas como para asegurarle el triunfo a la Derecha en su Rechazo a cambiar la Constitución (engendro diabólico de la dupla Pinochet-Guzmán) por una nueva.
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