Imagen del Consejo de Monumentos Nacionales.
Convocada por el Comité Ambiental comunal de Algarrobo y por el Movimiento Ciudadano Rescate Pingüino, el sábado 3 de abril, pasadas las 17:00 horas, se celebró una reunión virtual de participantes en organizaciones ciudadanas y ambientalistas de la comuna. El tema de la cita, comunicar el estado de la demanda presentada por estos organismos, para la desconexión del islote Pájaro Niño, actualmente unido a tierra firme.
El contexto de la reunión, se enmarcó en el persistente daño ambiental que soporta este Santuario de la Naturaleza, y el riesgo de que el Ministerio de Defensa, otorgue un nuevo período de concesión a la Cofradía Náutica del Pacífico.
 
Se compartió información de antecedentes de la causa legal referidos al daño ambiental y nuevas aristas relacionadas con el reconocimiento del Estado chileno al Pueblo Chango como etnia indígena, expuestos por el abogado de la ONG FIMA Marcos Emilfork y por el Antropólogo David Núñez, respectivamente.
 
Estos últimos antecedentes, no han sido considerados hasta ahora en la discusión y resultan relevantes, toda vez que, las decisiones administrativas relacionadas con el Islote, involucran además de un Santuario de la Naturaleza, un lugar ceremonial indígena. En efecto, la existencia de hallazgos arqueológicos, revelan que éste fue utilizado como cementerio por parte de las poblaciones ancestrales. Este tópico, adquiere alta significación, pues en la cita, miembros de la etnia Chanco Lafkenche, dejaron constancia de su  voluntad de reivindicar este sitio patrimonial, y la implicancia de una consulta indígena, ante una eventual evaluación para renovar la concesión.
 
Curiosamente, a esta reunión de ambientalistas y organizaciones ciudadanas, vinculadas a la demanda por la restitución de las condiciones naturales del Islote, asistieron el Presidente, el tesorero y socios de la Cofradía Marina del Pacífico. Esto no fue rechazado por las/os citados a la reunión, sino que fue ocasión para requerir a su presidente que se pronuncie, sobre la voluntad de la cofradía para desconectar el Islote, o sobre los argumentos para mantener dicha anexión.
 
Lo anterior dio pie a un incómodo diálogo, en el que los miembros de la Cofradía, dilataron su intervención, sin manifestar intenciones de demoler los molos de abrigo. Por el contrario, hubo una extensa alocución sobre la vida de hombres de mar, y la supuesta protección que ellos prestan a las aves del Islote. Incluidos los ejemplares de pingüino de Humboldt, que según sus dichos han proliferado gracias a sus cuidados.
 
El presidente de dicha organización, educadamente manifestó su mayor disposición a compartir en una mesa, un café o un pisco sour con su contraparte. No obstante, no hubo un diálogo útil a la resolución del conflicto, toda vez que ninguno de los miembros de la cofradía presentes en la reunión, manifestó el más mínimo ápice de comprensión, de las demandas ciudadanas.
 
Entre los asistentes también se encontraba don Santiago Vera, actual candidato a Alcalde de Algarrobo, a quién se le solicitó expresar su opinión sobre este conflicto. El manifestó que la existencia de los molos es un problema real, que ese proyecto había llegado muy lejos. En su opinión el municipio debe ser un puente entre las organizaciones ambientalistas de la ciudadanía y la Cofradía Náutica, para lograr un acuerdo que permita recuperar, desde el punto de vista ambiental, lo que había antes en el Islote. En su opinión, de no llegarse un acuerdo, el problema va a persistir.
 
Las palabras finales de Yacky Peters, Presidenta del Comité  Ambiental, abogaron por una fecha, para la desconexión del Islote. En conjunto con Juvenal Morales, Presidente del Movimiento Rescate Pingüino, esperan tener otras instancias de diálogo con todas/os las/os aspirantes a la Alcaldía, para obtener compromisos de una próxima administración municipal, que apunten a resolver el conflicto.
 
Esperamos que esta reunión, y su inédito y aparentemente estéril diálogo, fecunde las voluntades de habitantes y organizaciones de Algarrobo, para elevar los valores ambientales, patrimoniales y ancestrales, por sobre los intereses particulares, que hoy mantienen su intromisión e intervención, en el entorno  del Islote Pájaro Niño.