“El hijo del hombre”, obra de René Magritte.
Que nadie se sorprenda. Que nadie se confunda con el final. El arte del microcuento tiene su secreto hasta la última línea. Aquí hay una selecta muestra del escritor Francisco Javier Zañartu.
Mi tío Sandrino Bustamante
Cuando mi tío Sandrino Bustamante cumplió ciento cinco años, lo miramos a la cara y concluimos que fue su “arquetípica vergüenza” la que hizo que Dios olvidara de llamarlo de este mundo a su presencia.
Aquel año bisiesto
Todas las mañanas, Franco Barros, salía de su casa y recorría la ciudad buscando la esquina donde ocurriría el hecho más importante de su vida, sin embargo, cuando iniciaba su recorrido, las esquinas ya habían sido ocupadas y debía volver a su casa, donde dormía hasta el día siguiente.
Esta situación cambió radicalmente el 29 de Febrero.
Aquel día, los santiaguinos olvidaron que era año bisiesto y Franco pudo escoger libremente el lugar donde pararse. Sin pensarlo dos veces eligió la intersección de Avenida Fruchtknoten y el pasaje Zuegungs donde fue encontrado sin vida cuatro años después.
Un minuto en la vida de Adriano Reyes
Desde niño Adriano Reyes destacó por tener un gran vozarrón. (Su bisabuelo siempre pensó que sería cantante lírico) Era tal la potencia de su diapasón, que aquella tarde, cuando gritó “Lo prefiero muerto a maricón”, no escuchó el balazo que detonaba en la pieza de su hijo.
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