Constitución Política. Autor: uchile.cl
El historiador escribe para aquel que considera sujeto de la historia, para configurarlo como sujeto de la historia y para colaborar en la construcción de un proyecto que lo realice como sujeto de la historia. La configuración peculiar de la organización política –actualmente vigente– arranca de una distinción clásica que propugna la división de los poderes como mejor forma de gobierno. No obstante, nuestro país ha evolucionado hacia una «racionalización» que pretende dotar de mayor legalidad, legitimidad –y estabilidad, por tanto– al gobierno mediante la introducción de límites no siempre coherentes con previos presupuestos de representatividad. A continuación, Hoja en Blanco expone los principios en los cuales se funda su concepción al respecto.
Nos encontramos frente a una de las mayores crisis de representatividad de la historia nacional. El sistema ultra presidencialista existente en la actualidad, rémora de la dictadura cívico-militar, resulta ser una piedra de tope para conseguir los urgentes cambios surgidos desde el Estallido Social de octubre de 2019. Peor aún, el desprestigio de la actual presidencia de la República, derivado de su responsabilidad en las graves violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado desde dicha fecha, y de su elevado nivel de incompetencia en el ejercicio del poder que le ha sido conferido, profundiza el convencimiento de que la Nueva Constitución deberá consignar un tipo de régimen político que se aleje sustantivamente del actual presidencialismo exacerbado.
Por ello creemos que la Nueva Constitución deberá establecer un sistema político de tipo semipresidencialista en el cual la jefatura de gobierno y de Estado se encuentren concentradas en la figura del presidente de la República, el que sería electo por un período fijo a través de voto popular, pero cuyas funciones se encuentran sustantivamente más controladas e intermediadas por el propio Congreso Nacional.
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