Los desafíos que se plantean para las personas independientes en el actual proceso de cambio constitucional son enormes. Pero ellos alcanzan una proyección histórica en la perspectiva de cambiar la dinámica del poder en nuestro país. Hoja en Blanco, a través de su Comisión de Constituyentes ha realizado su aporte en este empeño. Cerramos exitosamente una primera etapa de trabajo y abrimos animosamente una nueva. Gracias Nora, gracias Mónica por este esfuerzo.
La comisión de Constituyentes Independientes de Hoja en Blanco ha funcionado por meses buscando dar a conocer a los candidatos independientes de partidos políticos que han presentado su postulación a la Convención Constitucional.
 
Rastrear a los candidatos fue un trabajo laborioso, en especial en sus inicios, antes que se tuvieran las firmas y que las candidaturas fueran presentadas al SERVEL. La falta de espacio para ellos en los medios de comunicación tradicionales, los de mayor alcance nacional, ha quedado en evidencia desde el principio. Una vez validadas las candidaturas por el SERVEL, proliferó información a través de distintas redes sociales, pero aun así los candidatos independientes “de verdad” no han podido darse a conocer suficientemente. La ciudadanía interesada en votar por ellos, y que no participa de los movimientos sociales que los apoyan, no ha logrado obtener la información necesaria para entregar su voto con certidumbre y confianza.
 
Hemos hecho algo para poder sortear este problema aprovechando nuestro diario digital Diario Hoja en Blanco, una pequeña contribución a través de nuestros exiguos medios actuales, con entrevistas y tres encuentros con candidatos de diferentes distritos. La búsqueda de información de los electores se demuestra en la cantidad de visitas recibidas en nuestro perfil de Facebook Diario Hoja en Blanco donde queda a disposición la grabación de la última conversación realizada: en 5 días ha sido reproducida casi 800 veces.
 
Así, el 8 de mayo,  cerramos este interesante proceso, con la confianza de haber realizado un pequeño aporte al momento histórico que nos convoca a mujeres y hombres de este país a elaborar una nueva Constitución concordante con el siglo XXI y con las aspiraciones de las nuevas generaciones. Muy diferente a la carta fundamental espuria que en los tiempos de dictadura fue redactada por Guzmán y Fernández e impuesta a sangre y fuego.
 
Sabemos que el proceso actual tiene mil trampas. Aun así, la paridad de género es un punto a destacar, como también lo es la incorporación de los escaños reservados de pueblos originarios. Hay que recordar, sin embargo, que este logro estuvo fuertemente entrampado en el Congreso y fue aprobado, finalmente, sin incorporar al pueblo afroamericano.
 
Nuestra experiencia buscando a candidatos independientes nos permitió darnos cuenta de que en todo el territorio nacional e insular estamos pensando el futuro del país. Cobra sentido así la elaboración del documento de nuestro colectivo “El país que soñamos ser”.
 
Más allá del resultado que obtengamos en esta elección,  fortalece nuestro espíritu el sentir toda la energía desplegada en torno al proceso constituyente por los representantes de nuestros pueblos originarios: Delia Condori, en Arica; Orieta Llauca en Los Rios; Gustavo Quilaqueo en Araucanía; Elisa Loncon en la warria santiaguina, Tamaru Huke en Rapanui y muchos otros, representan la voz de los primeros pueblos cuyas demandas podrán ser parte de nuestra carta fundamental.
 
Si, hay demasiados candidatos para esta elección. Pero mirémoslo desde el punto de vista de que tras 40 años de luchas que han sido criminalizadas, de silencios y apatías de los líderes políticos, de montajes descarados de las fuerzas represivas de la oligarquía para ocultar crímenes contra nuestros connacionales, de la imposición de una economía destructiva de nuestro maravilloso país, a pesar de la insistencia en la atomización e individualismo sociales, el 18 de octubre de 2019 rompimos el paradigma. No pudimos seguir aceptando las condiciones que nos impusieron y en cada ciudad de Chile se escuchó el clamor que exigía el cambio. Por eso hoy, por nuestros muertos, por nuestros jóvenes mutilados, por nuestros presos políticos víctimas de mentiras y montajes, el 15 y 16 de mayo debemos concurrir a votar en forma consciente y responsable. Que la sangre derramada no sea en vano.
 
WIWOIÑ, MARICHIWEU.