¡Viva la Matria!. Fuente: zonadocs.mx
“Debería ser Matria. Mi Matria. Esa que tiembla, se remece, suda y pare de tanto en tanto una nueva geografía que alguien dijo que era loca”.
Patria
Patriarca
Pater
Patrimonio
Padre
Matrimonio
Mater
Matriarca
Matria
Madre
Debería ser Matria. Mi Matria. Esa que tiembla, se remece, suda y pare de tanto en tanto una nueva geografía que alguien dijo que era loca.
Acá llegamos judíos y moros escapando de aquellos cristianos que a su vez escapaban de la excomunión, del inquisidor, de la cárcel y de la miseria desgarradora. También los criminales huyendo del consejo de guerra, los eslavos, bretones y chinos, con el hambre pegada a la piel.
Y acá vivíamos nosotros, los que nacimos entre la antigua cordillera nevada, en el verde, en el hielo, el agua y bajo el sol recalcitrante, mezclados en la tierra.
Y nos fundimos todos. Los que quisimos y los que no queríamos. Todos nos escondimos y dimos rienda suelta a las pasiones de lo más alto de nuestro espíritu, tanto como a las más oscuras y bajas.
Desde nuestros escondrijos, hemos protegido a los asesinos y abandonado a los inocentes.
Nosotros, parias entre montaña y mar, pagando el crimen de haber usurpado lo que se nos dio como refugio, y que nosotros los que ya estábamos, no supimos defender.
Castigada y movediza, sin aliento para dar nuevos frutos, se va quedando como una débil línea de color café en el mapa, esperando que el mar salvaje la bañe azotando con su furia salina, plena de chasquidos, contra sus rocas, hasta sanarla, limpiarla, y borrar el pasado criminoso que, por ser el escondrijo del mundo entre silencios, el patriarca sin escrúpulos sembró.
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